14° SEMINARIO MONTEVIDEO: 2031
Escenario supuesto
La ficción que oficia de excusa para la elaboración de propuestas en el 14º Seminario Montevideo supone un escenario donde Uruguay y Argentina se desempeñan como anfitriones de la FIFA World Cup 2030. A partir de aquí, el tablero está determinado por la ciudad de Montevideo resultante de la importante ola de transformaciones que acompañan a eventos de estas características.
El Seminario Montevideo plantea como objetivo elaborar imágenes de ciudad desde un presente que se prepara no solo para recibir un evento de gran alcance, sino para trascenderlo; estimulando a su vez testearlas en clave urbano-arquitectónica en una porción de ciudad específica.
100 años antes, la ciudad elaboró los gestos urbanos que marcaron su desarrollo hasta el presente: particularmente la construcción de la Rambla de Montevideo (borde costero entre la ciudad y el río) y los parques urbanos de talante inglés.
El Seminario toma como marco de trabajo la oportunidad que brinda el mundial 2030 para redefinir y reinventar la matriz de la ciudad, a partir acciones que operen más allá del propio evento, que garanticen la continuidad del desarrollo urbano, social y ambiental, calibrando de las estrategias rápidamente obsolescentes del mero espectáculo. Emergen necesidades programáticas que atienden a la movilidad y accesibilidad urbana, regional e internacional, los equipamientos metropolitanos y las infraestructuras deportivas de escalas múltiples.
El desafío se agiganta ante una ciudad pequeña, extensa y de baja densidad, con escasos niveles de crecimiento poblacional que debe prepararse para la contingencia efervescente de un evento mundial y seguir su rumbo el día después.
El Seminario ha planteado un acercamiento escalar al escenario de operaciones, que se inicia en la ciudad y su área metropolitana, focalizándose en cinco recortes urbanos que emergen como ámbitos deseables de actuación:
Sector 1: Punta Carretas / Parque Rodó
Sector 2: Parque Batlle / Estadio Centenario
Sector 3: Ex Cilindro Municipal / Mercado Modelo
Sector 4: Hipódromo de Maroñas
Sector 5: Cabecera Este de Conector Perimetral.
Particularmente el Sector 3, Ex Cilindro Municipal y Mercado Modelo, emerge como un área baricéntrica de la ciudad consolidada y como nodo del encuentro entre dos sectores lineales estratégicos planteados en las directrices territoriales desarrolladas por la Intendencia de Montevideo.
Se presenta como un recorte urbano heterogéneo, de cerca de 3,00km² de superficie -mucha de la cual es tierra pública-, con abundantes espacios vacíos, infraestructuras de gran escala en desuso o en proceso de vaciamiento, áreas residenciales y conectado a la ciudad por importantes líneas de tráfico. Un sector donde testear en clave urbano/arquitectónica estrategias de proyecto hacia 100 años después, capaz de anidar programas múltiples que trasciendan las contingencias específicas del Mundial y atiendan al universo de lo público, las infraestructuras, los equipamientos y a cargas nuevas de híbridas e inexploradas posibilidades.
Salvador Schelotto, en su ponencia en “Visión de la ciudad capital en el Uruguay de los Bicentenarios”, para “Foro/Prospectiva Montevideo 2025”, expresa en relación a la posibilidad de la realización del Mundial:
(…)
“Un evento como es la Copa FIFA constituye sin lugar a dudas una oportunidad de alcance nacional a diferentes escalas y planos.
Sin alcanzar la diversidad de requerimientos que implica la organización de los Juegos Olímpicos o de los Juegos Panamericanos, este evento global que concentra la atención de una alta proporción de la población mundial, supone resolver algunas cuestiones fundamentales.
Organizar y llevar a cabo esta empresa supone asumir que es necesario lograr una importante adecuación y mejoramiento de las infraestructuras y capacidades instaladas del país, no sólo estrictamente deportivas, sino por sobre todo de alojamiento, servicios urbanos turísticos y de transporte de pasajeros, comunicaciones territoriales y telecomunicaciones, infraestructura de transmisión de datos, etc. Adecuación e incremento, y creación de nuevas facilidades que demandarán de una planificación cuidadosa que contemple las diversas fases pre, durante y post campeonato, incluyendo, por supuesto la estrategia de reconversión y reúso de la inversión en infraestructura física y equipamientos.
Dos tipos de públicos son convocados a esta instancia el que participará de algún modo presencialmente en el evento (sea éste nacional, regional o internacional) y producirá una demanda incremental de diferentes servicios y capacidades, concentrada en aproximadamente un mes, pero que traerá asociada junto con ella un flujo de turismo, por lo menos de atractividad en el espacio regional, el que buscará captarlo para ofertar y complementar las actividades asociadas con el evento con la búsqueda de los atractivos naturales y culturales regionales y saturará las capacidades receptivas.
Las experiencias a candidaturas (exitosas o frustradas) de ciudades y países que albergaron estas competiciones convertidas ya en eventos globales (en la actualidad Beijing y Sudáfrica, pocos años antes Atenas y Alemania, más atrás en el tiempo, la experiencia de las candidaturas olímpicas frustradas de Buenos Aires y Rio de Janeiro, más atrás en el tiempo, la experiencia de la Barcelona olímpica, entre tantas otras que se podrían citar).
Ello fundamenta largamente la conveniencia de apostar a intervenciones inteligentes, multipropósito, con fuertes imbricaciones con las estructuras preexistentes y con capacidad de mutar y evolucionar de forma de rentabilizar social y económicamente el esfuerzo realizado y obtener como saldo un salto en calidad de la vida urbana.”
Publicado por Florencia Damiani | 24 de septiembre de 2012 - 15:22 | Actualizado: 8 de octubre de 2012 - 16:30 | [pdf]PDF[/pdf]
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