5 narrativas, 5 edificios
La arquitectura moderna ha significado -según advertía Manfredo Tafuri en el prólogo a la segunda edición de Teorie e Storia dell´Architettura- primero una anticipación ideológica o una “pura petición de principios”, y luego, un procedimiento técnico “inserto directamente en los modernos procesos de producción y desarrollo del mundo capitalista”. No obstante, y más allá de la ajustada sentencia del historiador italiano, la arquitectura siempre ha preferido aparecer como instancia de conflicto y divergencia e, incluso, como alternativa humanista enfrentada a la racionalidad operativa triunfante. De esta manera, el viejo duelo entre las ideas puras e inmaculadas y la lógica irrefutable de los hechos parece condenado a repetirse hasta el hartazgo y a ocupar el centro de la escena, aunque más no sea para restar atención sobre otros frentes de conflicto bastante más auspiciosos.
Y es que para una disciplina nacida en la pura abstracción ideal -como una suerte de nueva Atenea parida de la cabeza de Zeus- el descenso al plano de la historia, el conflicto con la materia y la naturaleza y, antes que nada, el asalto creativo de las multiplicidades lanzadas a la perpetua construcción de significados, múltiples e irreductibles, supone inaugurar un territorio rico en promesas y desafíos.
Explorar y aprender de la arquitectura construida a la luz de una multiplicidad de interpretaciones es el objetivo central de la muestra, y por ello se presentan cinco narrativas sobre cinco piezas de arquitectura ubicadas en Uruguay. Cinco fragmentos destinados a romperse en mil esquirlas, que pretenden hablar en un lenguaje casi imperceptible acerca del destino de unos objetos edilicios ubicados en el sur del planeta. Piezas marginales para un observatorio global que, sin embargo, y bien vistas, forman parte de un problema que trasciende fronteras y geografías para repetir viejos desafíos modernos, una vez más.
La muestra va integrada por materiales de distinto formato (video, fotografía y texto) concebidos como series lingüísticas irreductibles. Esto significa que cada parte pretende trabajar dentro de su propia lógica y diferencia y, además, que por el momento no hay síntesis alguna que ofrecer.
De hecho, se trata de evitar la síntesis, aunque no el discurso. Existe la necesidad de construir un suelo positivo tan complejo, múltiple y desmesurado como sea posible aunque, por el momento, el “estado de las cosas” impone desplegar un horizonte extenso donde apenas si es posible relevar problemas, más que cancelarlos.
La muestra se presenta en tres partes. La primera consiste en cinco relatos en video que construyen otras tantas miradas para cada una de las piezas de arquitectura que integran la presentación. La segunda está dada por la instalación en el pabellón de Uruguay en Venecia, y tiene como soporte fundamental la alfombra de cuero, blanca y negra. En lo esencial, la alfombra está concebida a la vez como dispositivo y objeto: por una parte busca proponer una forma de mirar, construir un lente y un lugar de observación y, por otro, presentarse como signo suficientemente ambiguo y cargado de referencias.
La tercera es la publicación. En sentido estricto, el material compilado no busca ser un catálogo de la muestra sino desplegar y ampliar la multiplicidad de representaciones e historias vinculadas a cada pieza de arquitectura.
En la mayor parte de los casos se trata de citaciones tomadas de distintas fuentes, desde recortes de prensa, historias orales a registros más elaborados e, incluso, textos que se asocian libremente. En otros se incluyen pequeños ensayos sobre temas muy puntuales, y por último, también se agregan textos que aportan información más general para los lectores menos familiarizados con los temas tratados. Un índice similar está detrás de la elección de las imágenes; éstas no fueron elegidas como mero soporte ilustrativo de los textos sino como documentos por derecho propio.
Publicado por Mercedes Chirico | 22 de noviembre de 2010 - 05:51 | Actualizado: 30 de diciembre de 2019 - 11:28 | PDF