Patio para rato
El histórico boletín de la FADU se renovó. Ahora cuenta con nuevas funcionalidades, además de convertirse en una plataforma que permitirá a la comunidad conocerse más.
En 2010, la entonces Facultad de Arquitectura presentó ante la Comisión Sectorial de Enseñanza de la Universidad de la República (Udelar) el proyecto Dinámica_FARQ / Plataforma virtual de Facultad de Arquitectura. La iniciativa partió del Decanato de la Facultad en ese momento, de Asistentes Académicos, de la antigua Unidad de Producción Gráfica y del Departamento de Informática. Se apostó a la creación de una Plataforma para la difusión de actividades académicas y culturales, tanto curriculares como extracurriculares.
Si bien se manejaron diversos nombres para la plataforma, se optó por «PATIO», nombre inspirado en el Patio Carré de la Facultad y en lo que este tipo de espacios genera: un lugar de encuentro e ideas, un espacio distendido, donde pasan cosas cercanas. Así, PATIO se convirtió en el boletín digital de la comunidad de arquitectura, que luego se amplió a todas las carreras que integran la Facultad.
«Todosfarq» fue uno de los títulos que originalmente pensaron para la plataforma digital. Durante el lanzamiento de Patio Renovado, realizado el 10 de setiembre en el Patio Carré, el decano de la FADU, Marcelo Danza, dio algunas pistas del porqué de ese nombre. «Es inevitable mirar un poco para atrás, 15, 16, 17 años, cuando teníamos la necesidad de generar algún medio de comunicación que nos diera una fluidez que no teníamos. Había un grupo de mails que se llamaba Todosfarq que llegaba masivamente con información que era muy difícil de digerir», recordó en su oratoria.
A esa necesidad existente se le sumaba la revolución tecnológica que se estaba viviendo a nivel global y que continuó avanzando. Fue así que en abril de 2010 comenzó a salir PATIO.
Andrés Richero, quien integró el grupo de impulsores de la plataforma, en diálogo con La Plaza* también recordó la lista «Todosfarq» de aquella época. «El mail era una pesadilla para muchos. El concepto de spam recién se estaba instalando pero ya todos lo sufríamos».
A su vez, se presentaba otra necesidad, la de «salir de la cartelera física», porque cada vez era menos consultada y tenía un alcance reducido; a modo de ejemplo, dejaba fuera a las personas egresadas.
Richero explicó que, con la generación de ese nuevo medio de comunicación, tenían que tener cuidado de no crear una herramienta de donde la gente «se volviera a ir». Para evitar eso, «lo que saliera de Patio tenía que ser un contenido que realmente llamase la atención», detalló. Por ese motivo no sólo apostaron a la difusión de material académico sino también cultural. Esos primeros tiempos «fueron de encontrarle el pulso y ver cuál era el ritmo natural de PATIO», recordó.
Mensaje recibido
El boletín fue bienvenido y 14 años después sigue siendo una herramienta de referencia en la comunidad FADU. En la actualidad es gestionado por el Servicio de Comunicación y Publicaciones de (SCyP – FADU) y es mucho más que un boletín. En el relanzamiento de PATIO, Victoria de Álava, del equipo del SCyP, comentó: «Tenemos la nueva plataforma de PATIO que no es sólo un boletín, es también un portal de noticias. Es, además, una web que contará con un espacio para oportunidades laborales y con otro, que se llama Vidriera PATIO, que es donde se difundirán proyectos para que la FADU se conozca a sí misma y se conozca la producción de otros ámbitos que no forman parte de los que integramos cotidianamente».
Vidriera PATIO consiste en una portada dinámica del sitio donde se muestran trabajos gráficos realizados en el contexto de la Facultad. Allí se pueden ver ilustraciones 2D y 3D, renders, croquis, pósters, planos y gráficos históricos, entre muchas otras propuestas. Además, el portal tiene un buscador avanzado, un directorio donde figuran contactos de interés para nuestra comunidad y un nuevo diseño de interfaz que mejora la usabilidad.
Tanto De Álava como Micaela López, asistente del Decano, explicaron que las mejoras en la plataforma fueron impulsadas a partir de un proceso de diagnóstico que se llevó a cabo hace un año. Allí detectaron la necesidad de mejoras que se están comenzando a implementar.
«Con el boletín rediseñado se abre la puerta a un proceso de renovación», adelantó López, ya que también se prevén mejoras en el portal de la Facultad.
El decano explicó que en la actualidad la FADU está viviendo un proceso de renovación en relación con su estructura académica y que toda la Udelar se está ajustando al nuevo estatuto. En este contexto, el Claustro, el Consejo de Facultad y Decanato, acordaron que era momento de generar cambios en los medios de divulgación propios. «Entendimos desde todos los ámbitos de la FADU la necesidad de renovar no sólo en diseño, sino en su contemporaneidad comunicacional, tanto en los medios que tiene Facultad para comunicarse internamente como hacia afuera», resumió.
PATIO cuenta con 15.000 suscriptores y espera seguir creciendo. La apuesta no solo es que la comunidad FADU se siga consolidando, sino que también lo haga la comunidad PATIO. La invitación a usar la herramienta está, y las devoluciones que surjan de su uso brindarán información para mejorar cada vez más la experiencia de quienes la consultan.
«De aquí en más hay que mantener las orejas atentas y seguir escuchando lo que se necesite», reflexionó Richero. «Hay que seguir trabajando para mantener activo a PATIO y al día, y que no pasen otros 10 años sin cambios», concluyó uno de los creadores de la plataforma.
*La Plaza es un ciclo de notas sobre temáticas de relevancia para la comunidad de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), con el objetivo de compartirlas puertas adentro y difundirlas puertas afuera, y de aportar nuevas miradas a la esfera pública. Esta línea editorial, llevada adelante por el Servicio de Comunicación y Publicaciones de la FADU, procura poner en valor figuras, propuestas, actividades o prácticas académicas específicas de nuestras disciplinas que puedan convocar el interés de la sociedad en su conjunto.
Publicado por comunicacion | 28 de septiembre de 2024 - 15:39 | Actualizado: 2 de diciembre de 2024 - 11:49 | [pdf]PDF[/pdf]
Plaza de Plazas
Este año comenzó a salir en el boletín Patio y en nuestra web, La Plaza, un ciclo de notas sobre diversas temáticas de relevancia para la comunidad de FADU.
Los artículos generados fueron realizados desde el Servicio de Comunicación y Publicaciones de la Facultad, y se procuró poner en valor figuras, actividades y proyectos vinculados a nuestras disciplinas, que también fueran de interés para la sociedad en su conjunto.
Para celebrar el final del año decidimos hacer un resumen de los temas abordados durante 2023.
Primero, en marzo, cuando todavía La Plaza no tenía nombre propio, se publicó una nota sobre Julia Guarino, la primera arquitecta egresada de nuestro país, que a partir de este año tiene su espacio homenaje dentro de la Facultad. Para la ocasión se conversó con sus sobrinas nietas Helena y Liliana Guarino, quienes definieron a su tía abuela como una persona «dinámica y activa», que no solo estuvo abocada a su profesión, sino que también fue una mujer muy comprometida con su familia. De joven cuidó de sus tres sobrinos -hijos de su hermano mayor que enviudó-, mientras que de grande se hizo cargo de sus padres y de uno de sus dos hermanos, que tenía problemas de salud. Además, tuvo actividad política feminista, participó en ámbitos de lucha por los derechos de las mujeres y se desempeñó como docente de enseñanza secundaria.
Para la nota, también se sumó el testimonio de Elina Rodríguez Massobrio, docente e investigadora del Instituto de Historia de FADU, quien detalló la trayectoria arquitectónica de Guarino y su aporte profesional.
En abril, cuando abrieron las inscripciones para algunos programas de posgrado de FADU, se entrevistó a Javier Fernández y a Tatiana Rimbaud, coordinador del Servicio de Enseñanza de Posgrado y asistente académica de Facultad, respectivamente. Ambos reflexionaron sobre el crecimiento que viene teniendo la oferta académica para egresados, egresadas y profesionales del sector. Contaron, entre otras cosas, que durante 2023 hubo 17 programas de posgrados completos y 30 cursos de Educación Permanente.
Resumieron que el crecimiento del Servicio fue «exponencial» en «relativamente pocos años», y no dudaron en afirmar que «seguirá creciendo».
En mayo, le pusimos nombre a La Plaza. También gráfica para ilustrar las notas y las redes. En la primera edición los libros fueron los protagonistas al celebrarse el 26 de mayo: Día Nacional del Libro. Conversando con estudiantes, egresados y funcionarios de FADU, nos enteramos que hay personas que antes de empezar a leer un libro, juegan con las páginas, recorren rápidamente el texto de principio a fin o abren algún pasaje al azar, y recién al finalizar el ritual terminan de definirse. También están quienes al finalizar un libro se entristecen o tienen una sensación de «gran vacío».
Finalmente, confirmamos que cada vez más se opta por leer libros digitales o se recurre a plataformas electrónicas que faciliten la lectura. Es así que los libros nunca dejarán de estar presentes en nuestras vidas.
Luego, en junio, fue el turno de conocer más de cerca el Museo Casa Vilamajó, la propiedad construida en 1930 por el arquitecto uruguayo Julio Vilamajó, para vivir junto con su esposa y su hermana. La directora ejecutiva del Museo, Mónica Nieto, y la secretaria académica del lugar, Ana Campanella, recibieron a La Plaza y la acompañaron por una recorrida por los cinco niveles de la propiedad. Compartieron que hasta allí llegan visitantes del área de las artes o la arquitectura, pero también personas con otros intereses bien diversos. En su opinión, más allá de esa diversidad de visitantes, al final «el tema del espacio, la arquitectura y el patrimonio» es lo que convoca a quienes llegan a la casa.
Entre julio y agosto, nos pasamos conversando con integrantes de la comunidad de FADU. En julio, en vistas a la realización de un nuevo Curso Taller de Formación en Extensión, entrevistamos a varios estudiantes que llevaron adelante sus primeras experiencias de Extensión. Mientras que en agosto, en la previa a la Noche de la Nostalgia, indagamos en los recuerdos de quienes integran la comunidad de Facultad. Si bien, es difícil de resumir tanta nostalgia, la convivencia que se genera en la época de estudiar, es de lo que más se extraña con el paso del tiempo.
Del 11 al 13 de octubre se realizó en FADU, el encuentro anual de la Asociación de Escuelas y Facultades de Arquitecturas Públicas de América del Sur, el Arquisur 2023. Por este motivo, en setiembre, La Plaza se dedicó a conversar con Carlos «Tito» Acuña, decano de Facultad de Arquitectura entre 1992 y 1997, cuando se hizo el primer Arquisur, en Salto, en 1992. Entre otras cosas, detalló que cuando recién se formó la asociación estaba conformada por 15 escuelas y facultades de arquitectura de cuatro países, mientras que en la actualidad está integrada por 33 instituciones públicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Recordó que el origen se dio en un contexto en el que los países de región salían de vivir en situación de dictadura y las sociedades había quedado muy fragmentadas, por lo que primaba la «necesidad de trabajar en conjunto». Unión que se ha mantenido desde hace más de 30 años.
En el mes de octubre arrancamos una nueva edición de La Plaza definiendo a las personas emprendedoras de nuestro país como «pasionales, entusiastas y jugadas». Y señalamos que, a las dificultades naturales de emprender, estaban quienes le suman la complejidad de desarrollar proyectos sustentables. En la actualidad hay estudiantes, docentes y egresados de FADU que asumieron el riesgo y crearon sus propios emprendimientos que fomentan la economía circular. Hablamos con algunos emprendedores para conocer sus experiencias, los obstáculos a los que se enfrentaron y el crecimiento que han tenido en un mundo que permite conjugar distintas pasiones a la vez.
En noviembre volvimos a recorrer un espacio cultural gestionado por FADU. En este caso, se trató de la casa-estudio Kalien, construida por otro arquitecto uruguayo: Mauricio Cravotto. Allí vivió con su esposa y con uno de sus hijos, Antonio Cravotto, quien también fue arquitecto y estuvo vinculado a la Universidad de la República. En la casa, que todavía está en obra y lo estará por un tiempo más, fuimos recibidos por las arquitectas Laura Cesio y Soledad Cebey, así como por la archivóloga Eliana Torterolo. En la recorrida vivimos un viaje al pasado en una propiedad que tiene mucho futuro, ya que funcionará como archivo arquitectónico de los Cravotto, como casa museo y como espacio de reunión para estudiantes del Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa.
Para cerrar el año, decidimos invitar la comunidad FADU a que proponga ideas y temáticas que quiera ver en La Plaza en 2024. Porque volviendo al origen, nuestro objetivo es trabajar sobre asuntos que comunidad considere relevante. Con gusto recibiremos sus inquietudes en patio@fadu.edu.uy bajo el asunto Plaza 2024.
Publicado por comunicacion | 26 de diciembre de 2023 - 11:03 | Actualizado: 29 de enero de 2024 - 14:26 | [pdf]PDF[/pdf]
Lugar de encuentros infinitos
Es agosto y la nostalgia en Uruguay se agudiza. Las radios se inundan de temas clásicos y abundan las reuniones y fiestas de los recuerdos. En La Plaza* nos sumamos a la ola nostálgica que se genera en torno a cada 24 de agosto y conversamos con quienes fueron estudiantes en distintas épocas. Les preguntamos qué les da nostalgia de esos años y, aunque estudiaron distintas disciplinas en momentos diferentes, las respuestas tienen mucho en común.
Valentina Levrero entró a la Licenciatura Diseño en Comunicación Visual (LDCV) en 2010 y desde entonces nunca se fue de la FADU, porque comenzó a ejercer la docencia y en la actualidad da clase de Tipografía 3 y 4, así como de Diseño de Comunicación 1 y 2. «Lo que más extraño son las largas jornadas de trabajo en equipo, con amigos», reflexionó al ser consultada sobre los recuerdos que se le vienen a la mente de la época de estudiante. Contó que al ser la mayoría de las entregas en equipo pasaban «muchísimas horas trabajando juntos». «Es una época en la que, además de aprender sobre la disciplina, te hacés muchos amigos porque te ves todos los días», resumió con nostalgia.
Lo mismo valoró con el paso del tiempo Franco Pacilio, quien ingresó a la Escuela Universitaria Centro de Diseño (EUCD) en 2016 y egresó en 2023. Sin dudarlo comentó: «Lo que más extraño es la convivencia». Y amplió: «La convivencia entre los alumnos, en los salones, en las clases. Los trabajos grupales, el sentarse en las mesas de los pasillos a digramar, a sacar adelante las ideas, a proyectar el trabajo, a compartir las ideas». Asimismo, reparó también en la convivencia que se daba entre estudiantes de diversas edades. Destacó que, a pesar de la diferencia de experiencias, compartían el mismo sentimiento: «hay que sacar esto adelante».
Pero la estima por las amistades que se generan en épocas de estudiantes no es de ahora. María Carmén Brusco Payssé entró a Arquitectura en 1974 y se jubiló hace cinco años, habiendo trabajado toda su vida en el ámbito independiente. Al consultarla sobre qué le genera nostalgia de la época de estudiante, exclamó «aaah» y agregó: «Es difícil esa pregunta porque yo hice toda la facultad en época de Dictadura, entonces lo que valoré fue a los compañeros, las amistades que uno se hacía». Sostuvo que en aquel momento había «cierta rebeldía» entre estudiantes, pero no les quedaba otra que «seguir adelante» con la carrera, porque no sabían cuántos años tendrían que esperar para que la situación cambiara. Para la arquitecta retirada, la Dictadura cívico-militar condicionó la calidad de la educación. Indicó que algunos de los profesores que tuvo no eran los que les hubiera gustado tener. «Los que nos hubiera gustado tener estaban fuera de la Facultad, los habían echado, pero bueno, se cosechó lo que se pudo». Al indagar sobre qué docente le resultaba interesante y no lo pudo tener, mencionó al arquitecto Mariano Arana, recientemente fallecido.
Brusco también recordó con mucho entusiasmo el viaje de Arquitectura, el que hizo en 1981. A diferencia de lo numerosos que son los grupos ahora, en esa generación viajaron unas 30 personas, incluidos los acompañantes. En la actualidad se siguen juntando con los compañeros de grupo y continúan recordando con nostalgia muchas anécdotas.
El arquitecto y docente de Proyecto en el Taller Articardi de FADU, Jorge Casaravilla, también dijo recordar con nostalgia «el ambiente de la facultad», aquel que se vivía en los talleres «como lugar de intercambio intenso, no sólo de arquitectura». Asimismo, se referió a un aspecto particular del grupo de viaje.
Ingresó a Arquitectura en 1990 y viajó en el 2000, y no dudó en afirmar que lo que más le gustó fue «la previa del viaje». Donde la venta de rifas no se hacía mediante tarjeta de créditos, sino en efectivo, por lo que «había que andar trillando mes a mes» para cobrar. «Tenía su parte estresante, pero también su parte linda, porque muchos de los que te compraban esperaban que fueras a cobrarles para charlar un poco o para tirarte pirques, y tenías la oportunidad de seguir convenciéndolos de que estaba muy bien lo que estaban haciendo apoyando la rifa. Era muy lindo eso», resumió Casaravilla.
El divulgador de temas patrimoniales Ramiro Rodríguez Barilari, también recordó con alegría el viaje en grupo, como una experiencia que lo influenció fuertemente, tanto que se dedicó a la fotografía especializada en arquitectura. Comenzó a estudiar en 1986, viajó en 1993 y abandonó la carrera en 1994.
Consultado sobre qué le despierta nostalgia del momento en que estudiaba, detalló: «Los encuentros infinitos en los pasillos y corredores. Las situaciones de entrega artesanal donde había tinta china y acuarelas, mesas inclinadas, muchas lámparas, las luces cruzando de un lado a otro […] hojas Canson, hojas de calco, el olor de la copia heliográfica, las gillettes para borrar las hojas de calco…».
En sus recuerdos Rodríguez Barilari destacó las figuras de los docentes de taller, Ángel Nogueira, por su «humildad», y la de Eduardo Folco por ser un «gran apasionado». Asimismo, rememoró las asambleas de taller, espacios de intercambio y evaluación que se generaban algunos viernes donde se cruzaban grupos de taller de distintos años, de manera que coincidían estudiantes de variadas edades e intereses. Por último, mencionó el patio, ese lugar que cumple una «función gregaria increíble, como espacio social y de confesionario».
Otro exestudiante que recordó el patio como lugar relevante para intercambio social, fue el diseñador industrial y docente de FADU de Identidad visual y Morfología, Santiago Pittamiglio. Pero no hablaba del patio con el estanque y los peces carpas de la sede central de Facultad. Hacía referencia al antiguo Centro de Diseño Industrial (CDI), actual EUCD, al que ingresó en 2008 cuando la carrera todavía no estaba integrada a FADU.
«El edificio del CDI tenía esa cosa de casa vieja deteriorada y hogareña, cada uno tenía su rinconcito, y estaba el patio, donde se pasaban lindos intervalos y tiempos de descanso. También se hacían bastantes fiestas y las clásicas de disfraces», comentó Pittamiglio quien, además de tener un estudio con un socio, diseña juguetes en madera con su pareja.
Lo que más nostalgia le da de lo que vivía en la casona es: «Estar con amigos, haciendo trabajos específicos, proyectos, enfrentándonos a cosas que no conocíamos».
La arquitecta Carina Strata vivió la facultad de diversas maneras: como estudiante, docente y asistente académica durante trece años. Es de la generación 93 y estar desde entonces vinculada a nuestra casa de estudios la llevó a reflexionar sobre el «habitar la facultad».
«Extraño habitar la facultad. Lo extraño y se lo trato de transmitir a los estudiantes. Antes, en períodos de entrega, hasta se dormía […] El salón se transformaba casi en tu segunda casa. O el espacio exterior, el patio, las galerías. Según la época del año, el salón se expandía». El concepto de segundo hogar en su caso tenía mucha fuerza porque vivía en Lagomar (Canelones), por lo que entre clase y clase permanecía ahí. Sin embargo, reconoció que los estudiantes de ahora son «más pragmáticos» y «cuidan más el sueño» al organizarse de otra manera y no pasar tantas horas dentro de la FADU.
Ya sea, con más horas de sueño o con menos, conocer a otras personas con intereses y objetivos similares, seguramente siga siendo a futuro lo que más añoren egresados y egresadas al terminar sus carreras en la FADU. El tiempo lo confirmará.
*La Plaza es un ciclo de notas sobre temáticas de relevancia para la comunidad de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), con el objetivo de compartirlas puertas adentro y difundirlas puertas afuera, y de aportar nuevas miradas a la esfera pública. Esta línea editorial, llevada adelante por el Servicio de Comunicación y Publicaciones de la FADU, procura poner en valor figuras, propuestas, actividades o prácticas académicas específicas de nuestras disciplinas que puedan convocar el interés de la sociedad en su conjunto.
Publicado por comunicacion | 15 de agosto de 2023 - 00:24 | Actualizado: 11 de septiembre de 2023 - 15:12 | [pdf]PDF[/pdf]