El cuidado
Por Adriana Barreiro Díaz (Docente del Grupo de Viaje 2013)
Acepción de “cuidado” en el Diccionario de la Lengua Española, vigésima segunda edición:
(Del lat. cogitātus, pensamiento)
m. Solicitud y atención para hacer bien algo.
Los equipamientos colectivos revelan el cuidado, y la atención, por hacer bien y hacerle bien a quien se supone se le quiere bien, y a quienes les viabilizan y sustentan. Cuando vistos desde esa perspectiva, trasuntan la valoración que, sobre el otro, y también sobre el demos, prima en el imaginario colectivo. Refieren, por lo tanto, a la expertisse de quien define qué hacer o cómo administrar ciertos recursos –que, por definición, son finitos y deben atender a la satisfacción de demandas y necesidades que no lo son– pero, más aún, remiten a la consideración y al respeto por el conciudadano que, las más de las veces en espacios públicos, ha de disfrutar, eventualmente padecer ó gozar, con beneplácito, del confort adicional que el valor paisajístico añadido, el diseño cuidado, la contemplación de aristas que otrora se desdeñaban y la incorporación de nuevos materiales –en algunas circuntancias, también anti/vandalismo– suponen. Eso, que se dice fácil, en determinadas sociedades vaya si se ve. Hay cuidado. En ciertas culturas, además, se percibe lo ha habido desde antaño.
Se mantiene la pulcritud. Se preservan las zonas propias de peatones, sin que las mismas se vean invadidas en aras de aumentar el área de un comercio, el flujo de actividades y el provecho o rédito a obtener. Al interés público se lo ubica, definitivamente, por encima del interés privado. En algunos lugares, como en el de la siguiente imagen, el desgaste del pavimento, así como las alcantarillas, no dejan lugar a dudas: allí ya llovió. Es que ciertos aprendizajes llevan su tiempo … Incluso el necesario para, en múltiples casos, “volver atrás”.
Las interacciones sociales tienen lugar en ámbitos diversos, y ello es clave a la hora de considerar la inclusión social de quienes realizan actividades también disímiles. Cuidar no sólo reciclando sino también proveyendo espacios para la tarea, evidencia cuidados a varias puntas. Y conlleva a satisfacciones, al que todos nos sintamos parte, al que nadie se auto-perciba como estando al margen. Inclusión y cohesión.
Gestos y comunicación, en variados planos, trasuntando ideas, modos, creencias, proyecciones, anhelos, remiten al “cuidado universal”, a la vez que, en cada uno de los loci, de acuerdo a elementos idiosincráticos, conllevan a comportamientos y pautas comportamentales distintas. Y ricas.
El cuidado, a mi modo de ver, hace al hilván de una sociedad en la que los contrastes, las construcciones, los tiempos, los ritmos de vida, las dinámicas, los hábitos, los espacios, los valores y las formas de proyectarse al futuro, caso no se yuxtapusieran en un territorio dado, bien podría pensarse están en las antípodas entre sí; pero no.
Publicado por Adriana Barreiro Díaz | 31 de mayo de 2013 - 01:36 | Actualizado: 12 de junio de 2013 - 04:16 | PDF