Las calles
Por Jorge Casaravilla (Docente del Grupo de Viaje 2013)

Extraído del libre “Usos y tradiciones en las arquitecturas rusa y soviética” de Catherine  Cooke (1987).

Nevsky_Prospekt_and_Admiralty_1890-1900

Las calles de la ciudad ha sido comparadas con casi todo. Ríos fluyendo hacia estuarios de plazas, vasos de sangre penetrando un organismo vivo que es la ciudad, etc. Para algunas personas son simplemente rutas de transportes, para otras lugar para divertirse saltando de vidriera en vidriera o  como clubes al aire libre para encontrarse y charlar con amigos . En esos aspectos la calle soviética es casi única todavía.

Históricamente, sin embargo, la situación en Rusia fue muy diferente. Allí la calle tradicional fue por siglos una ruta estrecha que discurría entre vallas de madera, vacía de funciones sociales.

La monotonía de estas vallas era rota por puertas de entrada con sus tallas decorativas y el sombrío trasfondo de la madera oscura contrastaba con las torres de los campanarios, agujas y cúpulas doradas de las iglesias y las mansiones de piedra blanca de los personajes destacados.

La construcción de San Petersburgo introdujo a Rusia el tipo europeo de calle más o menos continuamente delimitadas en ambos lados con edificios de albañilería.

La calle principal de la ciudad, la “Perspectiva Nevsky” formaba uno de los rayos de un tridente gigantesco en el plano de la ciudad, enfocando la aguja dorada del Almirantado en el un punto justo donde el agua del Neva se junta con el Báltico

Esta avenida se percibía, por su linealidad, no tanto como una arteria para el transporte, sino como un lugar ideal para pasear y hacer procesiones festivas. Es por ello, probablemente, que los antiguos grabados la muestran como una cinta sin fin, oscilando constantemente hacia atrás y adelante, luciendo con orgullo su arquitectura y poblada en el primer plano de carros y parejas paseando.

Las tradiciones de la “Perspectiva Nevsky” renacieron recién en los 1950´s, cuando tuvo lugar en todo el país la construccion de nuevas ciudades y la reconstruciión de otras dañadas por la guerra. Columnatas monumentales, pórticos, agujas y torres lujosas proliferaron en todas ellas. Pero ahora, el ancho inmenso de las grandes nuevas “perspectivas” no fue destinado al placer de los peatones, sino mas bien al trñansito de automóviles, los desfiles y la procesiones.

Sin embrargo, el tiempo pasó y los temas de la arquitectura clásica fueron banalizados desde los tableros de dibujo. La influencia de Le Corbusier llevó a una situación donde los prismas rectangulares con todas sus caras bañadas por el sol y el aire refresco, comenzaron a multiplicarse rápidamente, volviendose al mismo tiempo, cada vez mas indistinguibles uno del otro.

Un mojón importante, luego, fue la creación del la “Perspectiva Kalinin” en el Moscú central -en  busca de una imaginativa solución que contemplaba tanto la calle tradicional de fachadas y la ciudad de torres exentas creciendo en medio del verde-. Pero la nueva perspectiva, siguiendo el ejemplo de Haussman en Paris, finalmente cortó sin contemplaciones a través del viejo tejido de la ciudad , siendo sus autores altamente repriobados.

La reconstrucción del tejido histórico, actualmente en un gran número de ciudades sovieticas, es visto por los arquitectos como alternativa de las ideas contenidas en la “perspectiva Kalinin”, alineandose mas con las ideas de preservación de la ciudad vieja y de la creación de la máxima comodidad y placer para los peatones. Ejemplos de este tipo son la reconstrucción de la calle Arbat, que corre paralela a la “perspectiva Kalinin” en el centro Moscú y de los viejos distritos del Tblishi central en Gerorgia.

Con el avance de la tecnología, algunas de las funciones tradicionales de la calle en las grandes ciudades han sido sustituidas por el los sistemas de metro subterráneo.

El plan General de reconstrucción de Moscú desarrollado desde 1931 en adelante,  incluyó, como uno de los temas prioritarios para la ciudad, la creación de un sistema de metro y en 1935 comenzó la construcción de la primer línea con una serie de estaciones a gran profundidad. Hoy, el sistema de metro de moscú tiene más de 200 estaciones cubriendo una vasta extensión metropolitana.

El metro significó para Mosscú, mas que una mera solución al problema de transporte. Fue visto también como un símbolo de la modernización radical de un país sumamente atrasado.

Sus estaciones,cuyo diseño involucró  a los mejores arquitectos, fueron tratadas como modelos para edificios del futuro, contrastando fuertemente en su esplendor con las todavía muy pobres condiciones de la vida diaria.

Esta concepción se mantuvo hasta finales de los 50, cuando crecieron fuertemente las doctrinas  funcionalistas que marcaron su fin. Las  nuevas estaciones no serían más que simples nodos de transporte.

A medida que las poblaciones de otras ciudades fueron creciendo, los sistemas de metro fueron transportados en diversos climas y culturas  (Leningrado, Kiev, Tbilisi, etc.).

Este proceso coincidió con el fin  del funcionalismo estricto en arquitectura y en esos nuevos sistemas , aunque en formas mas contenidas que antes, hemos visto las tradiciones de las primeras estaciones de Moscú, renacer.

Vista de la “Kalinin prospect” – 1978

Publicado por | 8 de septiembre de 2013 - 00:26 | Actualizado: 9 de septiembre de 2013 - 18:04 | PDF