¡Una historia de Nórdicos!
Por Ana Laura da Silva (Estudiante del Grupo de Viaje 2013)
Nuestro motor fue una idea, la cual desde que se puso en marcha nos mostró que no iba a ser fácil, ¡había que poner voluntad y garra! Cuando comenzamos esta odisea nos dijimos muchas veces: va a ser complicado, tal vez nos separemos en el camino, no todos tienen por qué hacerlo, y quizá… Nos subestimamos, e intentamos prevenirnos de los resultados de lo que podía ser un día malo, quisimos hacer acuerdos para que todo saliera bien, nos atajamos por todos lados, y así partimos… Y por ahí estuvo bien… Pero no nos dimos cuenta que hace mucho nos estábamos previniendo de los días malos, y que eso se dio desde el día en que decidimos viajar juntos, que hace rato estamos cuidándonos los unos a los otros, que ya teníamos un pacto hecho, el de la amistad, y que atajar lo negativo es algo de todos los días… Pero que por suerte se da poco… No nos creímos del todo, y sí… Nos subestimamos, todo iba a salir bien, no había otra forma de que sucediera… Los días malos no existen cuando todos queremos que sean buenos…
“¿33 hs de ruta ininterrumpidas no te asustan?” me preguntaron, y optimista dije que no… Pero optimista y no realista; en realidad fueron 42, y la verdad es que cansan, y sí, es un buen desbarajuste al cuerpo, pero se disfrutan… Y esto es gracias a cómo las acompañes, y nosotros le pusimos tranquilidad, voluntad, paciencia, buen humor y mucha energía a esta travesía, sin quererlo y queriéndolo, por la casualidad o la causalidad, nos acompañamos; y el trayecto fue mejor de lo que me imaginaba, lejos estuvo de ser triste, aburrido, gris o cuántas otras cosas negativas que por suerte no recuerdo, ya que hace mucho están tan lejos…
Creímos que éramos 3 camionetas, pensábamos que éramos muchos grupos, y no vimos que éramos sólo uno, ¡uno grande! Pero uno al fin… Con 14 personas que ya son familia.
Llegamos a destino, y nos aplaudimos, como no podía ser de otra forma, ¡lo logramos! Y en medio de comentarios tales como: “¡qué animalada!” “¡Qué disparate!” “no puedo creer todo lo que hicimos”, sólo hay alegría y caras contentas, ¡como era de esperar!
Y me miro, y nos miro; hace 2 días que estamos adentro de una camioneta, mal dormidos, mal comidos y sin bañarnos, y muy contentos; ¡y hoy estamos todos en Cabo Norte felices de lo logrado!
¿Saben atrás de qué salimos? de una aurora boreal, es algo así como un fenómeno magnético que se da en el polo, entre las llamaradas del sol y la tierra, ¡dicen que es hermoso! Aún no vi la aurora boreal, si tenemos suerte la veremos hoy… Pero ¿saben qué? el estar haciendo este viaje acompañada por tan hermosas personas, ya es mucha suerte, si veo una aurora boreal esta noche, o mañana, será sólo un plus… El fenómeno de magnetismo más lindo que me trajo hasta el polo, fue este grupo.
¡Gracias familia por esto!
Publicado por Mercedes Chirico | 9 de septiembre de 2013 - 18:50 | Actualizado: 21 de septiembre de 2013 - 20:01 | PDF