Hedmark Museum
Programa: Museo
Autor: Sverre Fehn
Ubicación: Hamar, Noruega
Año: 1967-73
Estudiante: Rodrigo Zagarzazú
Tutores: Arq. Alejandro Folga & Arq. Pablo Canén
“…Mi viaje más importante fue quizás hacia el pasado, en la confrontación con la Edad Media, cuando construí un museo entre las ruinas de la fortaleza Episcopal en Hamar. Me di cuenta, mientras trabajaba en este proyecto, que sólo a través de la manifestación del presente puedes hacer hablar al pasado. Si intentas correr tras de él, nunca lo alcanzarás…” (1)
INTRODUCCIÓN
El museo Hedmark en la ciudad de Hamar (Fig.00) se constituye como una de las obras más importantes en la carrera de Sverre Fehn (1924-2009) y una de las obras más representativas de la arquitectura nórdica de la posguerra.
Construido sobre las antiguas ruinas de una fortaleza Episcopal del siglo XIII, el museo propone al visitante un recorrido en el cual se exhiben una amplia colección de objetos representativos de la vida rural noruega desde la época medieval hasta el siglo XX.
La intervención del arquitecto se da a partir de la construcción de una rampa (elemento de clara influencia con el Carpenter Center de Le Corbusier), que, a modo de “arquitectura de prótesis” se despega del suelo y va serpenteando a través de los diferentes espacios que conforman el museo.
La intervención no altera las preexistencias (la pesadez de las ruinas frente a la liviandad de la cubierta del galpón) y oficia como elemento capaz de conectar ambas realidades.
ARQUITECTURA Y RECORRIDO
Horizontes cambiantes
El recorrido se concibe como elemento fundamental de la obra. Este se presenta como narrativa, es una secuencia espacial que se despliega a medida que el visitante avanza a través del edificio.
La importancia del horizonte en relación con el hombre, así como el binomio cielo-tierra fueron siempre aspectos importantes dentro de la obra de Sverre Fehn. Y es en este museo donde dichos aspectos adquieren mayor relevancia.
“La forma más simple de la arquitectura es la de cultivar la superficie de la tierra, hacer una plataforma. Entonces el horizonte se convierte en la única dirección que uno tiene; y en el momento en que se establece un diálogo entre la tierra y el horizonte, uno puede comenzar a considerarlo un espacio”. (2)
En Hedmark, los diálogos que se establecen entre la tierra y el horizonte son múltiples. El horizonte es siempre cambiante, y los espacios que el visitante
percibe cambian con él.
El recorrido a través del museo podría interpretarse a su vez como analogía al paisaje de Noruega, paisaje de marcados contrastes y de horizontes en perpetuo cambio. Y es que el paisaje y el diálogo que la arquitectura establece con el mismo fue siempre un elemento de vital importancia en el conjunto de la obra de Sverre Fehn: “La tierra es la arquitectura de mis edificios. La forma en que un edificio se establece en el paisaje le brinda al proyecto su precisión” (3).
Se trata, a su vez, de un recorrido a través del tiempo, a través de una serie de capas que conviven en un mismo tiempo y espacio. Desde las ruinas de la fortaleza del obispado que datan del siglo XIII, pasando por el granero del siglo XVIII construido sobre los restos de este último, hasta los objetos allí expuestos, elementos representativos de la vida rural a través de los siglos. Sin embargo, no existe por parte del arquitecto un intento por congelar el tiempo, no trata de dar la imagen del tiempo en suspensión. Lo que interesa no es tanto una aproximación a la historia como “información”, sino un acercamiento a la misma como “memoria”.
EL OBJETO EXPUESTO
La serie de objetos expuestos en el museo son pequeños trozos de historia, un conjunto de elementos de carácter mundano capaces de contar al visitante la evolución de la vida rural noruega.
Sverre Fehn dedicó particular tiempo e importancia al estudio de cuáles y de qué manera exponer los objetos en el espacio. Argumentaba (de forma poética) que para exhibir un objeto, él debía convertirse en el objeto.
Las exposiciones se desarrollan a lo largo del recorrido y fluyen de forma natural en el espacio. Los mismos van desde pequeños objetos como llaves, frascos y utensilios hasta elementos de mayor dimensión como botes y trineos.
Uno de los mayores intereses de Fehn era que el visitante adquiriera un rol activo frente a la objeto expuesto, como forma de potenciar la experiencia vivencial del espacio.
Aparece nuevamente la importancia del horizonte, el énfasis puesto en la variación del mismo, en darle la posibilidad al visitante de rodear el objeto, de poder percibirlo desde diferentes puntos en el espacio.
A su vez, los soportes que dan sustento a cada pieza fueron pensados de forma particular, teniendo en cuenta el material, la forma y la interacción de cada objeto con su entorno (luz y paisaje). Los mismos dejan de ser meros apoyos y se constituyen en sí mismos como un objeto más a ser expuesto.
“El momento en que una obra de arte puede sentir que es especial es cuando la misma deja de tener forma alguna de referencia. Cuando un objeto se traslada hacia un museo, el diálogo con el pasado, con el espacio en el cual fue realizado o al cual había pertenecido, desaparece. La persona que realizó la obra también ha desaparecido. Pero el tiempo se fija en la imagen, y el objeto se queda con su estética y su energía. Debe sobrevivir en su propia magia. Si la misma no es lo suficientemente fuerte, también desaparecerá” (4)
REFERENCIAS
(1) Discurso de aceptación del Premio Pritzker de Arquitectura, 1997.
(2) Sverre Fehn, the pattern of thoughts.
(3) Sverre Fehn, the pattern of thoughts.
(4) Sverre Fehn, the pattern of thoughts.
BIBLIOGRAFÍA
PER OLAF FJELD. The pattern of thoughts. Nueva York, The Monacelli Press, 2009.
PLUMMER HENRY. Nordic Light, modern scandinavian architecture. Londres, Thames and Hudson, 2012 .
MINGS, JOSH. The story of building: Sverre Fehn’s Museums. United States, 2010
www.pritzkerprize.com
Publicado por Angel Armagno | 31 de agosto de 2015 - 03:38 | Actualizado: 13 de septiembre de 2015 - 15:40 | PDF