Villa Imperial Katsura
Por Bach. Bruno Bettosini
Programa :: Villa, Residencial
Autor :: atribuida a Toshihito Hachijo
Ubicación :: Kyoto, Japón
Año :: 1615 (Período Edo)
Estudiantes :: Bruno Bettosini
Tutores :: Arq. Gabriela Barber & Arq. Fernando García Amen
El período Edo
Japón se divide geográficamente en islas, luego en regiones y estas en prefecturas. Finalmente, las prefecturas se dividen en ciudades, pueblos y aldeas.
La Villa Imperial Katsura se encuentra ubicada en la ciudad de Kyoto, región Kinki o Kansai, en el centro de la principal isla de Japón denominada, Honshu.
Los períodos históricos en Japón se diferencian según la ubicación geográfica en cuestión, más específicamente según la isla.
La construcción de la villa se inició en el año 1615, comprendido en el período Edo (1603-1868). Éste transcurrió bajo un gobierno militar, con su centro de poder en la ciudad de Edo (Hoy Tokio).
En el período anterior al denominado Edo, el gobierno tenía su centro de poder en la ciudad de Kyoto.
El traslado del poder de la ciudad Edo a Kyoto tuvo como consecuencia que la corte imperial de Kyoto pasara a tener un papel meramente protocolar. En dicha época Japón se cerró al mundo, se prohibió el ingreso de extranjeros, se persiguió y ejecutó a quien profesara la religión católica. La contracara de estos aspectos es que se produjo un desarrollo de la aristocracia japonesa y sus artes, entre ellas el nacimiento de un nuevo tipo de jardín, denominado el jardín del paseo. La Villa Katsura es un caso representativo de este tipo de jardines.
Los inicios de la Villa
El terreno donde se implanta la villa fue un obsequio del segundo shogun (comandante del ejército) Hidetada Tokugawa al príncipe Toshihito Hachijo (1579-1629), hermano del 107mo emperador de Japón Go-Yozei (1571-1617) En este terreno, Toshihito, inició la construcción de la villa aproximadamente en el año 1615. Era un gran amante de la literatura y se cree que tomó como inspiración para el diseño paisajístico de su villa la primera novela japonesa “Genji Monogatari”. En el capítulo “El viento entre los pinos” se menciona: “A lo lejos, en el pueblo de Basura, el reflejo de la luna sobre el agua es claro y tranquilo”. Al poseer el terreno mencionado en la novela, Toshihito, decidió llevar a cabo la construcción de una villa, de carácter sencillo y modesto.
Pocos años después del inicio de la construcción, en 1659, muere el príncipe y la villa pasa a manos de su hijo Toshihada, que por ser un niño no tenía la madurez necesaria para hacerse cargo de la villa, quedando ésta abandonada durante 12 años. Hasta que en 1642 Tosihihada se casa con una princesa y continuó la obra de su padre. Para la visita del emperador Go-Mizunoo en 1685 se construyó un nuevo pabellón, llamado Nuevo Shoin. (Más adelante se presentará la importancia de este tipo de pabellones en la arquitectura japonesa) Luego de 1662, tras la muerte de Toshihada, durante varias décadas la villa no tuvo grandes transformaciones, hasta que el príncipe Yakahito (1703-1767) realizó reparaciones sin alterar la distribución original. En 1883 se realizó un extenso proceso de restauración que implicó el desensamble, mantenimiento y re ensamble de todo el edificio.
La villa como obra culminada, consta de extensos jardines de paseo, un edificio principal, conformado por un conjunto de cuatro habitaciones vinculadas asimétricamente (Shoin Antiguo, Shoin Medio y Shoin Nuevo y el Geppa-Ro), una sucesión de casas de Té y un camino sinuoso que vincula los espacios mencionados.
Dimensiones físicas
El período Edo se caracterizó por una proliferación de un tipo de habitación llamada Shoin. Ésta se caracteriza por una transformación de las proporciones tradicionales de los espacios y anchos de los vanos, causado por un cambio en la conformación del suelo. Al suelo en la arquitectura japonesa se le aplica uno de sus elementos tradicionales, el tatami, generalmente en lugares específicos, por ejemplo el lugar donde se sienta la persona de mayor rango. Pero en esta nueva habitación, el Shoin, se reviste el piso completamente con tatami. Al tener los tatamis medidas estandarizadas, las proporciones en la arquitectura japonesa pasan a regularse según el número de tatamis que contiene el suelo.
“La Villa Katsura responde al esquema denominado ganko. Esta disposición genera un espacio fluido en el que se produce una concatenación de estancias en una secuencia no lineal, generando un conjunto orgánico de líneas quebradas que incorpora los espacios exteriores en su unidad conceptual y espacial a modo de espacios abiertos. Se produce una sensación visual interior-exterior-interior donde el filtro exterior es incluido dentro de la identidad arquitectónica del conjunto. (…) En Katsura se manifiesta en especial en la pieza residencial principal de palacio, la que alberga las habitaciones con tatami denominadas shoin.”
El Patio como Lugar, Herencia y contemporaneidad de la casa Huarte, OLALQUIAGA BESCOS, P, 2013
El edificio principal de la villa al cual se hace referencia en la cita anterior contiene aprox. 20 habitaciones, de las cuales solo los dormitorios tienen comunicación a través de pasillos. En el resto del edificio no existen pasillos, los espacios se comunican directamente a través de las habitaciones, las cuales se independizan con paneles correderos. Por otra parte algunos de los espacios pueden ser considerados semipúblicos o semiprivados según la cantidad de bordes que lo contengan. De todos modos la predominancia de paneles móviles sobre los fijos termina por diluir casi por completo la pertinencia del análisis público-privado.
Estas características sumadas a la secuencia no lineal de las habitaciones generan un desvanecimiento del límite interior-exterior entre la arquitectura y los jardines. Eventualmente, según como estén corridos los paneles divisorios, se dan situaciones en las que desde una habitación se puede observar el exterior y a través de ese espacio exterior nuevamente otro espacio interior.
Dimensiones metafísicas
“…What strikes us most profoundly at Katsura is the diversity of expression in the architecture and landscaping, no design or pattern is ever repeated here”
Edo Architecture: Katsura and Nikko
A pesar de las 7 hectáreas de extensión de la villa, ésta no se percibe como un inmenso parque ni se puede percibir todas sus construcciones desde un solo lugar. Se debe realizar un recorrido, en el que se descubre la calidad extraordinaria de distintos sub-espacios, aunque sería preferible denominarlos “momentos”.
La relación entre “el afuera” (la realidad objetiva) y “el adentro” (la conciencia del “yo” del humano) es mucho más difusa para la cultura japonesa que para la cultura occidental. Entendiendo la unión indisoluble de la relación entre la percepción del espacio (como elemento externo u “objetivo”) y la experimentación del mismo (como elemento interno u “subjetivo”) es preferible llamar “momento” a los distintos espacios que se generan en cada recodo del camino, en este tipo de jardín.
Una aproximación occidental a esta forma de entender el espacio en relación a la conciencia humana es la que ofrece el filósofo alemán, Martin Heidegger, con su concepto “dasein”. En la lengua alemana el verbo “ser” y “estar” es el mismo. Y al agregarle al verbo el prefijo “da” se complejiza su significado, otorgándole un una relación mucho más profunda en la que surgen los aspectos vinculados a la conciencia humana y demás asuntos que escapan al encuadre del tema aquí planteado.
Dentro de los límites de la villa no se alcanza a observar construcciones exteriores, no se llega a observar el “skyline” de la ciudad y gracias a la intrincada ubicación de la vegetación y la ondulación del terreno se genera una sensación de mayor profundidad del espacio. En este sentido, el espacio exterior de los jardines se siente como un espacio interior “separado del mundo”.
Una vez más se observa en este factor arquitectónico-paisajístico una estrecha relación con conceptos filosóficos de la cultura japonesa. Es la relación entre macrocosmos y microcosmos. Para la cultura japonesa, influenciada por el budismo, las leyes que rigen el universo y por lo tanto el “espacio” en sus sentido más macro, rigen de igual manera al ser humano. Porque el ser humano y el universo son parte de una misma naturaleza, la diferencia es solamente una cuestión de escala.
En este sentido, la aparente aislación espacial que se genera dentro de la villa respecto al resto de la arquitectura y la ciudad, indica la existencia de un límite entre el afuera y el adentro. Si un lugar está aislado debe de existir un límite. Sin embargo, desde el interior de la villa no se percibe tal límite, sino que las características del paisaje dan la sensación de una extensión infinita en la cual no se percibe el afuera. Aquella relación de escala entre macro y microcosmos aparece en la villa Katsura como un juego de relación entre arquitectura, paisaje y ciudad.
Bibliografía y otras referencias:
BUNKA SHINKOKAI, K; Architectural Beauty in Japan; FOREWORD; Japón, 1955
OLALQUIAGA BESCOS, P. El patio como lugar. Herencia y contemporaneidad de la casa Huarte. Zarch. 2013, nº 1, p. 332-338.
OKAWA, N; Edo Architecture: Katsura and Nikko; WEATHERHILL / HEIBONSHA, Tokyo, Japón, 1975
Asian Historical Architecture; Katsura Imperial Villa; http://www.orientalarchitecture.com/japan/kyoto/katsura.php
Katsura Imperial Villa, last edited by Rachael Inch 4 years ago;
http://bit.ly/1bX6Eki
Publicado por pablocanen | 18 de mayo de 2015 - 20:15 | Actualizado: 18 de mayo de 2015 - 20:15 | PDF